domingo, 20 de diciembre de 2015

Todo pasa por algo

En esta vida vamos atravesando distintas dificultades que se nos atraviesan en nuestro camino y otras elegimos. Hay una parte que nos es designada y otra que tenemos la oportunidad de tomar la decisión de qué camino tomar. Y del cojunto de ambas, sale nuestro destino.
Desde muy chico siempre amé la Verdad, me crié con una madre que me hizo aferrarme a ese amor, de siempre buscar y querer la Verdad, eso hizo que buscará en mi interior cada mentira, cada acto en el que no era sincero conmigo para poder cambiar. Así con defectos por corregir, siempre fui creciendo.
En mis cortos 32 años me tocaron pasar muchas circunstancias difíciles, desde vender a mis 7 años en bares hasta las 14, como tener mi primera relación sexual a los 13 con un amigo de la familia que tenía VIH, 
A mis 19 me entero que mi madre había contraído el virus, Esto me lleva a hacerme el test y comprobar que yo también lo tenía. 
A mis 25 mi madre fallece por varios problemas que le habian ocacionando la falta de defensas por no tomar la medicación. 
Tenía un hermano que se drogaba y delinquia desde los 12 años, conoció todas las carceles de menores y mayores, casi no tuve mucho trato con el, porque a los 16 hizo su familia, llegamos a vivir juntos, pero yo era muy chico y no teníamos mucho para hablar. Asi crecí mirandolo como algo que no queria hacer de mi vida. Sabia su pasado, como empezó en la calle, pr culpa de mi papá que lo maltrataba, pero las circunstancias lo acercaron a la calle. Acá me replanteé muchas veces que actitud tomar, pero habiendo vivido siempre en casas tomadas, en medio de todo, siempre busco salir adelante y ser honesto. Eso me hizo ver que todos podemos salir adelante por mas dificil se nos haga, depende de nosotros, no de las circunstancias, todo se puede, si realmente se quiere. Y lo que no nos mata, nos fortalece.
Al fallecer mi vieja, en ese momento yo me encontraba tratando de de alejarme de la vida drogándome con cocaína, Llegué a entender una parte de mi hermano, pero no me quedé en eso, porque no quería ver lo que estaba pasando en mi casa. Al quedarme solo con mi hermana, al ver que la estaba dejando sola, dejé el vicio.
Empece a trabajar en un boliche gay de la noche porteña. Allí conocí mucha gente que siempre se brindó de diez conmigo, al día de hoy al visitarlos me demuestran su cariño puedo decir que la noche tiene su parte oscura, pero que hay hermosa gente. 
A mis 30 años me tocó vivir el peor momento de mi salud, caigo internado por una esplenomegalia (bazo agrandado), plaquetopeña (bajas plaquetas) que son resultado de una criptococosis (hongo que ataca la meninge y se encuentra en la caca de palomas, este hongo es un tipo de meningitis). Al yo haber estado sin tomar la medicación por 7 años, me encontraba sin defensas, y este hongo solo ataca a gente con defensas bajas. Tenia 18 cd4 (por ml de sangre) cuando caí internado, o sea, no tenia defensas. El jefe de clínicas no entendía como estaba vivo, y como se había ido solo hacia el líquido encefalorraquídio y no a los pulmones, ya que es algo que se extiende hacia los dos lados, si se iba a los pulmones no tenia tiempo para recuperarme. En mi caso solo se extendió hacia el liquido encefalorraquídio, fui un caso muy particular en el Hospital Fernández, mi caso lo llevaron a los Ateneos. tuve complicaciones cuando la medicación intravenosa que me daban (anfotericina) no tenia efectos rápidos, ya que durante 3 meses me estuvieron aplicando (como son protocolos de 14 dias y sino se repiten otros 14, y así fueron 3 meses, es una medicación muy invasiva, que te deja sin potasio, ni magnesio y baja más las paquetas) en ese transcurso cuando las cefaleas (dolores de cabeza) no paraban, vieron que ya no me podían hacer mas PL (punciones lumbares) tenían que recurrir a ponerme una válvula en la cabeza, pero los neurocirujanos no querían ante mi plaquetopeña. Sabían y me hicieron consciente que con suerte me moría, sino quedaba cuadripléjico o bobo. Así y todo firmé que si, pero nunca llegó esa operación por infinidad de problemas que surgían, a la segunda vez que tengo que firmar digo que no. Y sin saber como, los médicos, al otro día paro el dolor de cabeza, y se normalizo el fluido del liquido encefalorraquidio, que me podría haber generado la muerte al acumularse en mi cabeza sino me podían poner esa válvula.
Llegué a no poder caminar, caerme y desmayarme por irme al bufet a comprarme algo. Ya no podia bajar ni subir escaleras, no tenían fuerza mis tobillos. Pero esa fuerza en mi por vivir fue mayor empece a caminar como podía en el balcón. Y así me empece a recurar con la ayuda de toda la gente que me quería y me iba a ver. Llegó a decirme la enfermera que era el paciente mas visitado del piso, cuando a mi me agarraba por sentirme que nadie venia, al estar 24 horas no me daba cuenta cuanta gente venía. 
Llego diciembre, y yo las fiestas las quería pasar en mi casa, empecé a insistir al jefe de clínicas que las fiestas las pasaba en mi casa, ningún médico me aseguraba mi alta. Yo la impuse en mi. Y los primeros días de diciembre me dieron el alta sin estar completamente bien, pero ya sin el hongo en el líquido que era lo importante, después ya podía recuperarme en casa.
Fueron 3 meses donde aprendí muchísimo, crecí y le di otro valor a la vida. Al salir de ahí ya no quería seguir trabajando en la noche, quería un cambio en mí, era una etapa terminada. 
En el siguiente año volví a caer con problemas de salud para la misma fecha del año anterior (para agosto) comencé con ataques tipo epilépticos, en donde se me movía la cabeza, se me daba vuelta la lengua y los ojos, pero no perdía la consciencia, así llegue a tener 2 cuadros de convulsiones completas, de cuerpo entero, en una estuviron presentes mis vecinos que me socorrieron y en la otra mi ex pareja y una médica,. 
En las resonancias solo salían machan blancas en la membrana nerviosa, infecciones que inflamaban la meninge. Me hicieron todo tipo de estudios, de sangre, orina, pls, en ninguno salió qué era. Solo me podian dar antiepilépticos y ansiolíticos para calmar los efectos, pero la causa no la sabían. Así nuevamente surgió el mio de que me abrieran la cabeza, para hacerme una biopsia y estudiar un pedacito de la meninge y saber qué genera esa infección. También no quisieron los neurocirujanos responsabilizarse de algo que podía ser muy pero muy riesgoso, buscando por todas las maneras otras soluciones, antes de llegar a eso. Asi de la nada, para noviembre desaparecieron los ataques, en el mes que yo conseguí otro trabajo, tuve algunos ataques en el trabajo, pero no fueronb graves y pude seguir como si nada. Me costo muchísimo quedar efectivo, hasta gente de la delegación se metió, sin conocerlos y no saber ellos mi problema de salud, o por lo menos yo no lo se. Y digo... me pregunto... tantas casualidades juntas existen? Hace unos años atrás, hablándole a ese Ser superior, energía cósmica,que existe, me dijo que si no hacía lo que El quería me moría, y lo recordé en ese entonces, porque fueron 2 veces que casi me fui y la ciencia no encontró explicación alguna. Y ahí pensé por algo no me llevaste. Algo me ibas a obligar a hacer. Yo creo en esa fuerza, creo en el destino y creo en el libre albedrío, todas arman nuestro camino.
Siempre mire la vida con la cabeza en alto, superando cada circunstancia, prueba que me puso la Vida, siempre buscando de ser mejor persona, sacando mi mi mis egoísmos, mis defectos, mi orgullo, porque solo podemos ser sinceros con el otro si primero lo somos con nosotros. 
Como puedo hablar de paz, si me peleo con todo el mundo, como puedo hablar de tolerancia si no me soporto ni a mi. 
Como podemos hablar de amor, si solo pensamos en nosotros. No nos deja ver al que tenemos al lado.
Quizás estas cosas que me pasaron en la vida, me hacen no juzgar a la gente por la portada, si no que cada uno traemos una historia, y que no sabemos por qué actúa o hace, o dice tal cosa. 
En mi vida no le guardo rencor ni odio a nadie, porque todo, todo me enseño a crecer, porque nunca me quedé con las cosas malas, sino que de las buenas aprendí, porque todo pasa por como quierámos ver las cosas. Ahí es donde muchos se estancan, se quedan solo con el sufrimiento, el dolor, se aferran a él y no pueden crecer, esas son personas agresivas, resentidas, dolidas. En mi nunca hubo eso, si ser impulsivo, enojarme, de mal humor, muchas veces. Pero nunca agresivo porque si o con mala intención. ¿Calentón? Si. ¿mala gente? No. Con defectos como todos, pero con la actitud siempre de mejorar en mis errores. 
Porque tengo en claro que en esta vida vinimos a crecer y es una palabra que desde chiquito la tengo implantada en mi corazón. Todo lo que logré, todo lo que tengo, mis amigos, que son mi familia, lo logré por ser como soy, siempre auténtico, sincero, mostrándome tal cual soy. No tengo nada que ocultar, me muestro con mis defectos y mis virtudes. Y así tengo amigos que me aman y eso es hermoso.
Me siento feliz de la vida que tengo. De todo lo que conseguí y todo lo que me falta hacer.
Sé que estamos en esta vida para aprender, sacar todo lo que nos llena de odios, broncas, venganzas, rencores, egoísmos, envidias, pasiones y emociones negativas. 
En esa limpieza que debemos hacer de nuestro ser, nos vamos purificando y al limpiarnos, volvemos a nuestra original esencia. En donde reina el bien común, el ayudar al otro, es algo que esta presente en nosotros, en mayor o menor medida, es parte de nuestra esencia, solo que nuestra sombra (emociones negativas) lo ha tapado.
Como podemos buscar de cuidar un planeta, si nuestro interior esta viciado? No podemos mirar hacia afuera, hasta que nuestro interior este limpio. 
Así solamente vamos a poder hablar de cuidar a la naturaleza que se conecta a nosotros de miles de maneras.


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