"Cuando yo era niño, hablaba como niño, "pensaba"como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño."
1 Corintios 13:11
1 Corintios 13:11
Como dice 1 de Corintios 13:11, cuando somos niños nuestra manera de actuar, sentir, decidir esta limitada al crecimiento de nuestra mente espiritual y física.
Nuestra mente se encuentra en pleno desarrollo, descubriéndose a través de las experiencias espirituales y físicas, y comenzamos a tomar consciencia de quienes somos como hijos de Dios, y también, de cada parte de nosotros, como seres tripartitos que somos, compuestos por cuerpo, alma y Espiritu Santo (Espiritu de amor a la Verdad).
Y en esta triple composición que tenemos se encuentran 2 mentes, la mente del cuerpo, que es el conocimiento y entendimiento que esta imprignado en el cuerpo de manera consciente; y la mente del alma, que es el conocimiento y entendimiento que tiene el alma de sus vidas pasadas y debe hacerlo consciente a la mente del cuerpo a través de las experiencias que vive.
El Creador en su fidelidad de dejarnos elegir nuevamente que camino deseamos hacer, si el del conocimiento y práctica del Bien o el del mal. No nos hace conscientes con la memoria de nuestras vidas pasadas para que volvamos a demostrar qué queremos ser, si hijos del Dios de la Verdad o hijos del dios de la mentira y el mal.
A su vez, nuestra alma que vuelve a la Tierra va teniendo nuevo conocimiento que obtiene en esta vida por la práctica de nuevas experiencias con mayores niveles de exigencias en amor, perdón, bondad, misericordia humildad, sinceridad, lealtad, verdad, responsabilidad, etc, en síntesis en ese amor a la verdad de Dios. Vamos aprendiendo lo que aún nos falta en el conocimiento, entendimiento y comprensión del Bien y del Mal para alcanzar nuestra plenitud divina en Dios, Elohim, que sólo se logra afirmándonos en el Camino de la Verdad, que esta en el Espíritu de Dios (Espíritu Santo que cada uno tenemos), y así, ser uno con la consciencia de Elohim (El Eterno en hebreo, nombre de Jehová Dios)
En esto radica que venimos a aprender en este planeta escuela el conocimiento del Bien y del Mal que nos falta, como seres espirituales que somos, y lo hacemos a través de nuestro cuerpo en este plano tangible.
Estas mentes del cuerpo y del alma, van creciendo en consciencia de sí mismas, sólo que muchas veces no lo hacemos evidente a nosotros mismos esa interacción que tienen y creemos que tenemos UNA mente que esta relacionada con el cerebro y nada más. Eso por vivir en una sociedad materialista que solo ve nuestra mente como productor cognitivo, generador de emociones, "pensamientos", etc. Dejando afuera lo que no veíamos como es nuestra alma y el Espíritu de Dios que son parte de nuestra composición también.
Y en ese crecimiento que vamos teniendo como seres humanos seguimos conociendo nuestro entorno por esa interacción con nuestro interior (cuerpo, alma, espíritu santo) y el exterior (relaciones humanas, contexto histórico-social, etc)
Moldeando la visión de nuestro cuerpo y alma, que no siempre tienen la misma perspectiva en los valores del Bien y del Mal y en ese proceso se van conociendo e identificando a si mismo cada Ser Humano muchas veces se identifican que son de una u otra forma como seres humanos, sin tener consciencia del proceso que hubo en su interior para llegar a verse como se ven, según con qué cristal hayan examinado su vida.Teniendo en cuenta que todo lo que nos pasa sucede en el plano espiritual y físico.
Desde que somos niños muy pequeños, interactúan en nuestras experiencias de vida ambas mentes(mente cuerpo/mente alma) y éstas, a veces, reflejan los aspectos que trae nuestra mente del alma (que trae de vidas pasadas) si la escuchamos; otras veces reflejan los aspectos de nuestra mente del cuerpo que está educada en el contexto en el que vivimos. Al hablar de aspectos del alma, hablo de aptitudes buenas y malas, valores buenos y malos que ha aprendido, ese ser, en vidas pasadas, que al vivírlas otra vez las refleja o no, porque vuelve a elegir qué hacer y muchas veces, por ejemplo, en vez de actuar conforme al amor que aprendió en su vida pasada, actúa en rencor por lo que aprendió en su vida actual, reduciendo ese nivel de amor que conoció en su vida pasada y que estaba presente en su alma, pero que la bloqueó con la educación que tuvo en la actualidad.
Al hablar de aspectos y aptitudes, hablo de la forma de ser del alma, esa forma de ser del alma la podemos hacer consciente a la mente de nuestro cuerpo a través de las experiencias.
¿Cuándo esa conexión que tiene nuestra mente del alma y nuestra mente del cuerpo es automática? Para que esa conexión sea automática debemos manejarnos en ese amor por la Verdad, que sólo existe cuando hay transparencia en nuestro corazón, buscando ser íntegros ante los ojos de Dios y para eso debemos escudriñar en lo más profundo de nuestro ser interior cúal es la Verdad de nuestras decisiones, sentires, sentimientos y acciones para sacar todo lo malo que aún falte en nosotros en ese conocimiento del Bien y del mal que tenemos en las escrituras de Dios.
Cuando el alma empieza a contaminarse con maldad, a oscurecerse por valores negativos comienza a perder consciencia de sí misma. Como alma divina, esencia del Dios de la Verdad.Y se convierte en espíritus inmundos que esclavizan su ser interior y su cuerpo.
Al madurar nos encontramos con un alma impresa por diferentes emociones, sentimientos, costumbres, hábitos, acciones que trasladamos a nuestro cuerpo de manera consciente cuando las realizamos. Y en esa mente del cuerpo se encuentran las estructuras intelectuales que muchas veces nos limitan en la interpretación y discernimiento de lo que nos sucede. Generando engaño, confusión, distorsión en la verdad de lo que debemos hacer para ser Hijos de Dios en la plenitud que ÉL nos necesita.
Han sido cegados nuestros ojos del entendimiento por muchísimo tiempo viviendo esclavos en nuestras pasiones materiales y del cuerpo, no reconociendonos en la Verdad de quienes somos.
Sólo así maduraremos como seres espirituales que somos. Esencia del espíritu Dios en la Tierra.
Alexis Yeshua López.